Real Madrid 5 - 2 Mallorca





Llegaba el Real Madrid con una cadencia ganadora que le situaba cerca del doblete. Sin embargo, la primera parte en el Santiago Bernabéu fue más propia de la Liga, que de la Copa y la Champions. El Mallorca, que llegaba también de ganar dos partidos consecutivos, sí que se mantuvo fiel a su racha no obstante. Es más, pareció hacer de equipo grande, tirando de una tremenda pegada que le llevó a marcharse al descanso con un 1-2, y con la sensación de que podía romper la hoy aparentemente frágil defensa merengue cada vez que pisaba el campo contrario mientras en el Madrid sudaban tinta para alcanzar el área rival. No parece coincidencia que Pepe fuera el mediocentro en ese tiempo.

Así las cosas, el marcador al descanso fue fiel reflejo del espíritu de unos y otros. A los seis minutos, Nsue ya había perforado la meta local después de un buen centro de Gio y tres inoperantes acciones encadenadas de Arbeloa, Coentrao y un Diego López que más que estirarse se dejó caer al suelo. Empataría Higuaín al cuarto de hora, remachando a puerta vacía una dejada de Pepe dentro del área tras una muy buena jugada de Modric, el mejor en los blancos. Sin embargo, Alfaro volvería a poner en ventaja a los bermellones poco después al saque de un córner que previamente había desviado Bigas. El balón parado volvía a condenar a los blancos… por décimo quinta vez este curso, nada más y nada menos. 

Paradójicamente, como si se tratara de los vasos comunicantes, sería a balón parado también como los blancos lograrían la igualada a dos. Mourinho dio entrada a Ozil y Benzema en el descanso, y a los seis minutos de la reanudación, un Cristiano hasta el momento desacertado se encontró a sí mismo con un testarazo cruzado al saque de un córner. El luso llamó a la revolución, y sus compañeros le siguieron, bastándoles diez minutos para voltear definitivamente el partido. Tiempo suficiente para marcar otros dos goles más antes del minuto 55. 

El tercer gol sería obra de un Modric que rompió la red de un zapatazo desde fuera del área, viendo así coronado su gran partido. Y sin tiempo para asimilarlo, el Mallorca recibió el cuarto, obra de Higuaín, después de una bellísima dejada de Ozil desde la línea de fondo. Hasta ese momento le había costado al Real Madrid encontrar a Aouate, y de ahí al final la goleada pudo ser más abultada aún, antes incluso de que Benzema marcara el quinto sobre la bocina. Se vuelve a demostrar así que los blancos han encontrado de nuevo su estrella, goleando tras remontar en dos ocasiones, aun encajando dos tantos en casa, y sin necesidad de redondear un partido top del primer al último minuto.

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